Don Francisco Cerro, Obispo de Coria-Cáceres, ha impartido una de las catequesis de la JMJ en la parroquia de San Fernando de Madrid. Para él era la tercera de las catequesis que daba, ya que los dos dían anteriores también había estdo en otras parroquias, pero para los jóvenes diocesanos era la primera vez.

D. Francisco ha llenado por completo el templo, que en las catequesis de los días anteriores, aunque casi ocupados todos los bancos, no lograron. En esta ocasión incluso la capilla del Santísimo estaba llena y muchos jóvenes se tuvieron que sentar en el suelo. Esto en un templo en el que sentados caben más de 500 personas.

Junto al gran grupo de los jóvenes de la Diócesis de Coria-Cáceres, que durante estos días animó las catequesis con sus canciones y testimonios, el viernes 19 se unieron jóvenes de Valladolid, Focolares, hispanoamericanos, jóvenes de órdenes religiosas. "Es que D. Francisco tiene muchos 'fans'", comentó Paco, uno de los jóvenes que coordinaba los actos.

D. Francisco ha animado a los jóvnes a entregarse a la caridad como medio para la santificación a imagen de la Madre Teresa de Calcuta. También les invitó a no desaprovechar las grandes oportunidades que ofrece el vivir directamente una Jornada Mundial de la Juventud.

San Fernando, una parroquia de cuatromil habitantes, creada en 1965 y de cuatro misas diarias, ha agradecido mucho, a través de su párroco, D. Antonio, la presencia tantos jovenes, sus cantos e ilusiones y el trabajo de los jóvenes de la diócesis, como animadores de los eventos. Tambien D. Francisco ha querido tener un detalle con el párroco y demás sacerdotes de la parroquia y les ha regalado una estola con el logo de la Delegación de Infancia y Juventud de la Diócesis de Coria-Cáceres. A las religiosas d elas distintas órdenes religiosas, a su vez, les regaló el útlimo de sus libros.

Durante estos días los jóvenes han participado activamente. Aunque alguno todavía no tenía claro cómo funcionan las cosas y la ncohe anterior afirmaban que "una misa de cuatro horas es mucho", a lo que otra jóven contestaba: "No, la misa dura una hora, lo anterior son las catequesis", sorprendentemente el recogimiento y la atención de los jovenes ha sido grandisima. También los sacerdotes han disfrutado de unas celebracioens donde la media de edad de sus feligrises, iglesia repleta, estaba en torno a los veinte años.