|

A las 17’30 14 de agosto, en el parque Alfanhuí de Moraleja, las lágrimas rodaban por las mejillas de los moralejanos y las moralejanas que durante cuatro días hemos compartido nuestra vida con un grupo de peregrinos de la JMJ 2011 procedentes de Sarcelles, Francia. Llegaron a Coria en la tarde del jueves, y allí fuimos a recibirles. Esa misma noche, les acompañamos en un paseo nocturno para mostrarles la Villa de Moraleja: las dos parroquias, la Casa de la Encomienda, el Parque Fluvial “Feliciano Vega” y la ermita de las Angustias, donde pudieron ver un power point sobre nuestra Semana Santa.
El día siguiente, se inició temprano con el rezo de laudes, y después partimos de excursión para conocer algo propio de la cultura española: los toros. Fuimos a ver la Finca de las Tiesas y el museo taurino del afamado ganadero Victorino Martín, donde pudimos presenciar un “embarque de toros”. De vuelta a Moraleja, los peregrinos fueron recibidos en recepción oficial por el Alcalde y la Junta de Gobierno del Ayuntamiento, siendo obsequiados los peregrinos con varios regalos por parte del Ayuntamiento.
La tarde del viernes la dedicamos a actividades recreativas y de convivencia con los jóvenes del lugar. Ya al caer la tarde, nos trasladamos a la ermita de la Virgen de la Vega para rezar juntos el santo rosario. Por la noche, a los que tenían fuerzas, los jóvenes de Moraleja les acompañaron a “dar una vuelta”, pero corta porque el sábado había que madrugar para viajar hasta el Santuario de Fátima en Portugal.
El domingo se vivió en primer lugar en la intimidad de cada familia de acogida, y al mediodía nos reunimos para celebrar la Eucaristía, presidida por el párroco, D. Ángel y por el párroco emérito, D. Isidoro. Fue este el momento más emotivo, en palabras de los vecinos. Concluimos comiendo juntos a la orilla del río, y obsequiando a los peregrinos con unas cajas de dulces por parte de la parroquia.
“Ha sido una experiencia buenísima, preciosa”, repetían todos los involucrados en la organización de estos días, y han sido muchos: las familias, los catequistas, los jóvenes, voluntarios colaboradores, los traductores, el Ayuntamiento, Protección Civil, D. Isidoro quien a pesar de sus ochenta y ocho años ha acompañado a los jóvenes prácticamente en todo. A todos ellos, desde esta parroquia gracias, muchas gracias.
Ángel Maya.
|