A media mañana del treinta de Septiembre, venían a pasar con nosotros, acompañados de las religiosas que les atienden, voluntarios y otras personas que viven en torno a ellos. La Parroquia de San Martín de Trevejo, que promovía este encuentro, a través de la hermana Pilar y con la colaboración muy especial del Sr. Alcalde, a quien, desde aquí, le damos las gracias y a otras personas que también echaron la mano, sirvió para que los residentes de esta institución, fundada por el Padre Alegre, pasaran una jornada de verdadera paz y alegría.

Desde un principio, se pretendió que las personas, que sufren discapacidades en la vida y que necesitan el cariño y la ternura de una manera especial, lo recibieran a lo largo de toda la jornada, siendo agasajados por las personas, que quisimos estar a su lado en este día de convivencia con una serie de actos en honor a los que venían: La comida de confraternización entre los residentes y los que habían venido, servida en el Hogar del Pensionista por los que están haciendo el curso de hostelería, fue del agrado de todos. Por otra parte, niños, jóvenes, coro parroquial y algún que otro espontaneo les mostraron canciones, juegos en los que participaron todos y fue de la delicia de todos.

Es de destacar la labor de unas religiosas, que están al servicio de estas personas. Siempre es difícil la atención a cualquier necesitado; los que nos visitaron, se encontraban en una situación más aceptable de salud, movilidad, etc. Otros existen en sus centros Cottolengo, con menos movilidad y en otros grados distintos de conocimiento; con todos ellos, no buscan el hacer propaganda cada día y sin embargo, no les falta nada. ¡Viven de la Providencia!

Román Fernández Martín