Este jueves 8 de junio, ha tenido lugar en Cáceres la Jornada por la Santificación de los Sacerdotes que se celebra en la fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote. Durante el rezo de la hora sexta, salpicado con textos del Papa Francisco -de su discurso con motivo de la visita al colegio español de Roma al celebrar sus 125 años-, asistentes y seglares participantes, oraron por los sacerdotes. En Coria, esta jornada tendrá lugar el próximo lunes 12 de junio en torno a la celebración el Corazón de Jesús.

Francisco Cerro Chaves, obispo de Coria-Cáceres, inició su breve alocución, recordando que el próximo domingo 11 de junio se ordenará un nuevo sacerdote en nuestra diócesis: William Núñez Carrazana, lo que supone “savia nueva” para nuestra diócesis. También ha recordado la futura ordenación episcopal de José Luis Retana como obispo de Plasencia.

“Ser sacerdote es jugarse la vida por el Señor y por los hermanos, llevando en la propia carne las alegrías y las angustias de Pedro, donando tiempo y escucha para sanar las heridas de los demás”.

El obispo explicó que el sacerdote debe cumplir lo que pide el Papa: ser santos. Y lo dividió en tres claves: La santidad de los pastores se consigue teniendo los sentimientos del corazón de Cristo, creyendo firmemente en su tarea; estando dispuestos a trabajar (a pesar de los desalientos y el desánimo, capaces de “dejarse la piel”. “Como decía Francisco de Borja, gastarse y desgastarse. Todo menos abandonar”, sentencia Cerro. El prelado ha recordado a los sacerdotes mayores que a pesar de la edad, mientras les acompaña la salud, están brindando su vida por Dios. Y por último, no dejar nunca que los sufrimientos se conviertan en heridas. “Que el sufrimiento no haga gotera en el corazón y se revista de amargura”.

Por otro lado, quiso ofrecer tres ideas del Papa Francisco sobre el sacerdocio: es necesaria la formación del clero, una formación; “supone ser capaces de acercarse con humildad al Señor y preguntarle: “¿Cuál es tu voluntad?”, explica el Papa; cuidar la vocación y vivir en clima de comunión y de amor.

Francisco Cerro no se olvidó de los sacerdotes enfermos y los fallecidos y también pidió por el seminario y las vocaciones.

El obispo de Coria-Cáceres, pidió a los presentes que rezasen por los sacerdotes, para que no tengas  más pretensión que la de servir.

Al finalizar la Jornada, en obispo se sumó a la iniciativa del Papa Francisco de orar un minuto por la paz y se retiró a la capilla del Santísimo.