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Siguiendo los distintos dedos de la mano, el Sr. Obispo en el retiro de Cuaresma, celebrado en San Nicolás de Bari de Coria el 10 de Marzo y que dirigía a la Vicaría de la Zona Norte: sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas, nos mostraba una manera de examinarnos cómo caminamos en la vida:
- Dedo pulgar: Es el que está más cerca de nosotros. ¿Cómo vemos y tratamos a los que más nos acompañan? ¿Los llevamos cerca de nuestro corazón?
- Dedo índice: Es el que indica, el que marca el camino. Nos fijemos en la Iglesia, Diócesis, Arciprestazgos, parroquias, que todos nos muestren el camino a seguir.
- Dedo corazón: Es el más alto, el que hace que las relaciones se normalicen. Necesitamos personas con corazón, que hagan normales unas relaciones con Dios, con los demás, consigo mismo.
- Dedo anular: el del anillo, el del compromiso; es el más débil, pero el que más se compromete. Pidamos perdón por nuestras debilidades, por la falta de compromiso.
- Dedo meñique: el más pequeño, el niño, el más pobre; cuidémonos en nuestra pequeñez, tengamos cuidado de tantas personas pequeñas y necesitadas.
Fue una jornada dedicada a resaltar la misericordia y el amor de Dios, pues para ello estamos en el Año de la Misericordia y para que cada uno la sintiéramos en nosotros mismos al recibirla bajo el sacramento del perdón, haciendo realidad lo que decimos con palabras. A la vez, es digno de destacar a la persona de Santa Bernardita Soubirous, que se nos mostró como un ejemplo a quien se le pueden aplicar las virtudes, que se deprenden del examen de conciencia realizado a través de los dedos de la mano.
Román Fernández Martín
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