El día 13 de septiembre, víspera de la Exaltación de la Cruz, la comunidad cristiana de Cañaveral recibió de forma oficial a su nuevo párroco, D. Roberto Rubio Domínguez. La Eucaristía estuvo presidida por el Arcipreste de Coria D. Ángel Maya, y concelebrada por un nutrido grupo de sacerdotes. D. Ángel dirigió una sencilla y exquisita homilía a todos los presentes, con una cercanía entrañable a D. Roberto, recordando que tiene mucha suerte de pertenecer a tres familias maravillosas: su querida familia en la carne, su familia compuesta por los sacerdotes del arciprestazgo y su nueva familia que serán todos los hijos e hijas de Cañaveral.

La Eucaristía estuvo preparada con mucho cariño por los distintos grupos de la parroquia de Santa Marina de Cañaveral. El coro parroquial nos ayudó a rezar con sus cantos, perfectamente elegidos para la celebración que estábamos viviendo.

Al final de la Celebración, D. Roberto nos dirigió unas sencillas palabras que salían directamente de su corazón sacerdotal. Nos indicó su deseo de estar cercano a todos, de desgastar su vida junto a nosotros en esta nueva etapa, indicándonos la ilusión de seguir construyendo una comunidad alegre, dinámica, abierta y siempre centrada en Jesucristo, Camino, Verdad y Vida. Se encomendó a Nuestra Madre la Santísima Virgen de Cabezón para que le indique el camino y sea faro resplandeciente en su vida. Y terminó con una máxima siempre presente en su misión: ¡Adelante, siempre adelante!. Todos los cañaveraliegos y cañaveraliegas estamos contentos y damos gracias a Dios por este nuevo pastor que ha puesto en nuestras vidas.

Un feligrés de Cañaveral