En la festividad de San Pedro y San Pablo se celebró el segundo aniversario de la Adoración Eucarística Perpetua de nuestra Diócesis de Coria-Cáceres.

Durante este tiempo, 408 adoradores en turnos de una hora semanal, en silencio ante el Santísimo Sacramento, rezaron, meditaron, contemplaron, dieron gracias al Señor y pidieron perdón. A veces, simplemente, le hicieron compañía.

La Adoración es un momento de intimidad, confianza y amistad con Dios.

El equipo Coordinador A.E.P. da gracias al Señor:

“Nuestro corazón se sacia de su amor y nos proporciona un trato profundo con el Señor. Es fuente de paz, serenidad y descanso, donde recibimos nuevas fuerzas que casi sin darnos cuenta vamos perdiendo en la vida de cada día. “Venid a mí los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré” dice el Señor.

¡Cuántas veces nos ha dicho nuestro Obispo D. Francisco, que tener la Capilla de la Adoración Eucarística Perpetua es un gran tesoro, es un regalo de Dios para nuestra Diócesis!

Sólo en la adoración nos despojamos de nosotros mismos. Que nuestra adoración no cese jamás”.