Calcular el espacio para que más de un millón de personas pase la noche no es una tarea fácil, por eso, la directora de infraestructuras de la Jornada Mundial de la Juventud, Eva Hernández, comentaba hace unos días que cuando hace un año le plantearon entrar en el equipo, nunca pensó que organizarlo sería la pasada que realmente es.

Y es que la extensión de Cuatro Vientos equivaldrá a 48 campos de fútbol, acotados por más de 20.000 kilómetros de vallas que delimitarán las diferentes zonas de acondicionamiento de la base aérea. Habrá 2.000 grifos con los que los peregrinos podrán hacer frente al calor del mes de agosto. Todos los asistentes estarán cuidados por personal sanitario cuyo número asciende a más de 2.500, que estarán alerta ante cualquier incidencia. Con un espacio tan grande se han tenido que habilitar 48 torres de sonido y más de una veintena de pantallas gigantes para que ningún peregrino se quede sin ver ni oír todo lo que el Papa tiene que decirle.

En cuanto al guión de la Vigilia del 20 y la Eucaristía del 21 poco a poco se va conociendo lo que acontecerá. Los peregrinos comenzarán a llegar sobre el mediodía y poco después dará comienzo el festival que calentará motores hasta la llegada del Papa sobre última hora de la tarde. Cinco jóvenes de los diferentes continentes mostrarán sus inquietudes y dudas al Santo Padre, quien, tras la lectura de Evangelio, les contestará. El momento central de la Vigilia será la Adoración Eucarística para la que se ha cedido la Custodia de Arfe de Toledo.

Tras la adoración, los peregrinos pasarán la noche en el mismo recinto descansando o rezando en las 16 capillas perimetrales en las que estará expuesto el Santísimo. A la mañana siguiente el Papa se paseará en el papamóvil por todo el recinto saludando a los peregrinos para comenzar la Eucaristía de clausura a las nueve y media de la mañana. Después rezará el Ángelus al mediodía y anunciará oficialmente la próxima sede de la JMJ.

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