En la mañana del sábado 22 de mayo, la comunidad parroquial de Perales del Puerto despedía emocionada a Eduardo Parra Enebral en una Eucaristía funeral concelebrada por Flores Hisado y Paco Neila.
Estos últimos años antes de la pandemia, Eduardo puso al servicio de la parroquia el don de la música que Dios le había concedido, música que con amor nos ofrecía en la liturgia, guiando y acompañando al coro parroquial.
“La música tiene esa magia que cuando la escuchamos nos transporta a lugares, experiencias de Dios, nos recuerda personas… Eduardo cuidaba los días grandes de la Virgen de la Peña, San Andrés, Pascua, Navidad y con el mismo mimo las eucaristías dominicales ofreciéndonos lo que llevaba dentro: su fe hecha música. Gracias Eduardo, ofrecemos nuestras oraciones con el deseo de que te encuentres dichoso en los brazos de nuestro Padre misericordioso.”
Elena Esnaola
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