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El pasado 1 de Abril, la parroquia de San Andrés Apóstol ha estrenado una nueva puerta, realizada y donada por D. Carlos Serradilla Montero, vecino de Torrejoncillo, en la cual ha utilizado toda su sapiencia y buen hacer para construir una estructura en madera complicada de realizar por sus dimensiones y detalles artísticos.
Nada más y nada menos, ha invertido un total de 3.000 horas de trabajo, más los materiales,... La puerta tiene unas medidas de 4,60 de altura por 3,00 metros de anchura, y cuenta con variopintos detalles, que van desde la talla en relieve de diversas imágenes e iconos cristianos, hasta la partitura del “Pues concebida”, y letra de la misma, propio de éste pueblo inmaculista, pasando por grabados en la armadura tales como “Viva María Inmaculada”, la fecha de la realización y la localidad y finalizando con una inscripción que sitúa la puerta en el tiempo y en espacio, donde aparecen el nombre del Obispo actual y el artista que la ha realizado.
Todo esto ha sido hecho con un mimo exquisito y por un enamorado de su trabajo, aplicando el cálculo por control numérico a través de computadora y una maquina diseñada por él mismo para éste efecto.
Otro hecho a destacar, y ya que éste pueblo de Torrejoncillo es eminentemente Mariano, es haber hecho posible que todos aquellos/as que deseen visitar a la Virgen durante el año, no necesitan tener abiertas las puertas de nuestra Iglesia, sino que a través de un mirador que hemos llamado “El Mirador de la Virgen”, se puede disfrutar de su imagen y presencia, con la peculiaridad que solo y exclusivamente se ve del templo la imagen de la Virgen y nada más, ya que a través de un rayo láser se ha fijado un punto en la puerta y en la imagen con una precisión que parece increíble.
Para mí, el que suscribe este artículo, lo interesante de todo esto, es la coherencia y disposición de D. Carlos Serradilla en sacar adelante éste proyecto con esfuerzo, tesón y muchas dosis de ilusión y gratuidad.
Nuestra Iglesia ha embellecido un poco más si cabe con ésta puerta tan hermosa y a la altura de tal templo.
Gracias D. Carlos en nombre propio y de todos aquellos que saben valorar lo bien hecho y el sacrificio que ello conlleva.
Y cómo no, gracias a María Inmaculada que te ha dado salud, inteligencia y manos para poder realizar ésta NUEVA PUERTA, que es la que nos abre al encuentro con Dios.
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