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Como es habitual, con motivo de la solemne inauguración del Año Judicial, el papa Francisco recibió en audiencia a los prelados auditores, oficiales, abogados y colaboradores del Tribunal de la Rota Romana el pasado 21 de enero.
En su discurso volvió a reiterar una sugerencia ya hecha en el del pasado 2016, la necesidad de un “nuevo catecumenado”, como preparación al matrimonio y que esta preparación se integre en todo el procedimiento de matrimonio sacramental, como una forma de evitar “la proliferación de celebraciones matrimoniales nulas o inconsistentes”.
Una segunda iniciativa va dirigida a acompañar a los recién casados para que continúen el camino en la fe y en la Iglesia después de la celebración de la boda.
“Hace falta mucho valor, -concluyó el Papa su discurso-, para casarse en el momento en el que vivimos. Y cuantos tienen la fuerza y la alegría de dar este paso importante deben sentir a su lado el amor y la cercanía concreta de la Iglesia”.
Ángel David Martín Rubio. Vicario Judicial
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