Si cumplir años es sinónimo de alegría, la historia que hoy les contamos de la localidad de Montehermoso y su grupo pastoral de atención a enfermos es sin duda alegre y entrañable.

Se trata de celebrar la vida de Silvestra Mahíllo Garrido que cumplió 104 años el pasado 31 de diciembre, y de esta forma se ha convertido en la persona más longeva de Montehermoso.

Maximiliano Caña Morales nos cuenta que en dicha efeméride, el equipo de atención a enfermos de la parroquia visitó a Silvestra en su ciento cuatro cumpleaños. “Tomó comunión de manos de Angelita y compartimos con ella tarta y aperitivo. Tía Silvestra, que es como la conocemos en el pueblo, se convierte en la persona más longeva de Montehermoso, donde hay otras dos personas que pasan de los cien años”.

No desaprovecharon la ocasión para preguntar por el secreto de la longevidad, aunque Silvestra reconoció no saberlo, pero sí que les dijo que podía ser por la alimentación, ya que se alimentaba “fundamentalmente de sopa y gazpacho, y por el amor que tiene a los demás”.

Viuda desde hace treinta y seis años, es madre de cuatro hijos, que le han regalado diez nietos. Pero no acaba ahí la cosa, su prolongada edad le ha concedido conocer a siete biznietos.

“Su salud es envidiable, razona perfectamente y nos invitó al próximo cumpleaños al que esperamos llegar”, concluye Maximiliano.

Felicidades a Silvestra y a todos los mayores de nuestra diócesis que nos demuestran cada día la alegría de la fe y la familia.