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El pasado 20 de noviembre, día lluvioso como una jornada invernal, el obispo de Coria-Cáceres, D. Francisco Cerro, procedió en la localidad de Albalá a entronizar y bendecir la imagen de Jesús de la Divina Misericordia, en un día tan señalado para la Iglesia Universal, pues el Papa Francisco clausuraba el Año de la Misericordia con el cierre de la puerta santa de la basílica de San Pedro en el Vaticano.
Nosotros, los albalenses, asistimos a la Misa, como de costumbre dominical, y seguimos atentos la homilía de nuestro pastor diocesano, que se dirigió al pueblo con elocuentes y emotivas palabras, desgranando el término misericordia y explicando el significado de las Bienaventuranzas.
Así, afirmó que hemos de agradecer a Dios el gran amor que nos tiene y la ternura que muestra en las dificultades, que nunca faltan. Invitó a los asistentes a pedir a Dios su consuelo, su ayuda y su misericordia, que es infinita.
Durante el acto litúrgico de las ofrendas, dos catequistas portaron en procesión hasta el altar el cuadro de la Divina Misericordia, de grandes dimensiones para que el señor obispo lo bendijera y entronara en un lugar de la parroquia.
El pueblo de Albalá agradeció a D. Francisco su presencia, una vez más, en esta localidad.
Puri Moreno Rubio
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