Hacía más de 4 años que la patrona de Cañaveral, La Virgen de Cabezón, no había visitado la localidad. El 2 de mayo, día  acordado por la Junta Directiva de la Cofradía para que se produjera la llegada de la Madre, todo el pueblo era un hervidero de paisanos preparando calles, engalanando balcones…, para a la llegada de la imagen, todo estuviera en orden. Se construyeron varios arcos, altares para ofrecerle flores y sobre todo, cariño.

En el recibimiento, a la entrada de Cañaveral, bailes regionales, acompañamiento de la banda de cornetas y tambores, caballos enjaezados, más todos sus hijos dispuestos para acompañarla hasta la Iglesia Parroquial. Al día siguiente Rosario de la Aurora y demás actos: la presentación a la Virgen de los niños nacidos en los últimos cuatro años, ofrenda de flores y un recital de poesía a cargo de los niños, misa organizada por las Amas de Casa con una ofrenda floral y actuación del coro parroquial;  el jueves durante todo el día, cáritas parroquial dispuso unos cestos solidarios para que todo el que quisiera contribuyera con alimentos al final de la novena y la misa con besa-medalla; misa y novena organizada por la Asociación de Mayores San Benito y el sábado, día 9 vuelta de la Virgen a su ermita.

Ya el domingo día 10, Romería de la Virgen de Cabezón, procesión con la imagen alrededor de la ermita y misa cantada por el coro Parroquial y día de campo para todos los cañaveraliegos que pasaron junto a sus familiares y amigos, junto a la Madre.

Sebastián Fernández Maíllo