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El mes pasado, la nueva Cáritas Parroquial de Azabal, formada por Ovidia, Nicolás, Chenchi, Marisol, Eva, La Hermana Malen y el párroco Benjamín, se reunieron para celebrar su encuentro mensual.
Uno de los voluntarios realizó a todos los asistentes una invitación: organizar una recogida de cerezas aprovechando que la localidad estaba sumergida en la campaña del fruto y enivarlas a los dos lugares de caridad más importantes de la zona: la Casa de la Misericordia y el Cottolengo.
La idea fue bien acogida por todo el grupo y comenzaron a debatir cómo podían desarrollar la campaña de manera que el pueblo de Azabal respondiera generosamente.
Mientras el párroco Benjamín invitaba a toda la comunidad a participar con un gesto de “generosidad y amor”, los voluntarios, como es costumbre en el pueblo, publicaron la iniciativa mediante un bando.
El miércoles 11 de junio, a pesar del trabajo que los habitantes tenían al encontrarse en época de recogida, el salón parroquial fue llenándose de cajas de cerezas. Gracias a los vecinos, Cáritas de Azabal pudo recoger 27 cajas de cerezas con 2 kilos cada una, un gesto maravilloso.
Algunos miembros de Cáritas, acompañados por el párroco, llevaron las cerezas a la Casa de la Misericordia de Pinofranqueado y al Cottolengo, donde el Padre Mariano felicitó a todos y la Madre Caridad regaló una gran sonrisa de agradecimiento.
En el camino de regreso a sus casas, las personas que habían puesto toda su ilusión para compartir las cerezas se sintieron satisfechos y llegaron al convencimiento una vez más de que “hay más alegría en dar que en recibir” Hch, 20,35.
Grupo de Cáritas Parroquial de Azabal
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