El pasado domingo tuvo lugar el día más grande de la Iglesia, el Corpus Cristi.

La Solemne Eucaristía, presidida por el Obispo de la Diócesis de Coria-Cáceres, don Francisco Cerro y concelebrada por sacerdotes de las distintas parroquias de Cáceres y Cabildo Catedralicio, inauguró la fiesta de Jesús Sacramentado en la Concatedral de Santa María en Cáceres.

Las cofradías Penitenciales, de Glorias y Eucarísticas de la ciudad acompañaron a los numerosos niños de Primera Comunión en la tradicional procesión. También acudieron a la celebración, la Alcaldesa de la Ciudad, el Presidente de la Diputación y algunas autoridades civiles y militares.

La Eucaristía fue portada y bajo palio por el Obispo, desde el Altar de Santa María hasta sus puertas junto a miembros de la Adoración Nocturna. Después, se inició el cortejo procesional que abriría la Cruz Parroquial de la Concatedral.  La carroza que llevaba la Custodia iba escoltada por sacerdotes y seguida por la presidencia religiosa.

El itinerario fue, Plaza de Santa María, Arco de la Estrella, Plaza Mayor, Pintores, Moret, Plaza de la Concepción, General Ezponda y Plaza Mayor. Allí, la Custodia fue portada hasta el atrio del Ayuntamiento, donde se procedió a la Adoración del Santísimo y se bendijo a todos los asistentes mientras sonaban los acordes del Himno Nacional, interpretado por la Banda Municipal de Música.

Posteriormente, el Santísimo Sacramento fue trasladado hasta la carroza por el Obispo de la Diócesis de Coria-Cáceres, y los niños, vestidos de Primera Comunión, comenzaron a lanzar pétalos de rosas, dando mayor esplendor al solemne acto.

¡Felicidades a todas las personas que trabajaron en la organización del desfile procesional y en la elaboración del adorno floral de la carroza de la Custodia (que por cierto, estrenaba los dos Ángeles que aparecían en el frontal de la misma)! También a aquellas que en silencio, condujeron la carroza realizando un bello y gran trabajo.

Fernando Montes Macías