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AMAR LA VIDA, TODA LA VIDA
Queridos amigos: por primera vez, en este año jubilar, nos reunimos en Coria para celebrar la vida enviando al cielo nuestras mil razones para vivir.
Queremos manifestar:
1º. Que toda vida humana es una buena noticia, es una semilla llena de esperanza, promesas e ilusiones.
2º. Que todos los seres humanos son iguales en el derecho a la vida, en todas las fases de su desarrollo, desde que son engendrados hasta su muerte natural. Cada hombre y cada mujer han de ser tratados como personas, se han de tutelar sus derechos y nunca pueden ser tratados como cosas de las que se pueden disponer.
3º. Todo hombre y mujer son imagen de Dios, han sido creados por Dios y están llamados a la vida eterna en plenitud. Este es el fundamento último del carácter sagrado y de la inviolabilidad de toda vida humana, por eso rechazamos de un modo absoluto la eliminación directa y voluntaria de la vida humana tanto en su inicio (aborto) como en su final (eutanasia).
4º. Estamos convencidos de que el amor a toda vida humana y el cuidado de cada persona es el fundamento para promover una cultura a favor de la familia y de la vida. Es el modo de imponerse ante la cultura de la muerte y evitar nuevas leyes que agredan la vida humana, bajo el pretexto de un falso progreso.
5º. Creemos fundamental que se pongan los medios, por parte de las instituciones políticas y sociales, para ayudar a las madres con problemas para que puedan llevar a feliz término sus embarazos. Es necesario elaborar políticas familiares justas que favorezcan la institución familiar, y promover leyes que ayuden al desarrollo de una cultura de la vida para crecer en humanidad.
6º. Queremos terminar dando gracias a Dios por la vida y porque algo está cambiando: la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que considera a todo óvulo humano a partir de la fecundación “embrión humano”, la resolución de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa condenando la selección prenatal del sexo y la resolución del Consejo de Europa donde se dictamina que la eutanasia ha de ser prohibida siempre y, en caso de duda, prolongar la vida humana, así lo ponen de manifiesto . Pedimos a las autoridades españolas que apliquen estas normas en las leyes en vigor. Estamos llenos de esperanza, y esa esperanza se refleja hoy en las razones por la vida que van a subir al cielo con los globos: toda vida humana es un don, es una fuente de alegría, toda vida humana tiene el derecho a ser protegida y cuidada. Pedimos a la Virgen María, bajo la advocación de Argeme, Patrona de nuestra de Coria y de nuestra Diócesis, que interceda por nosotros para que siempre amemos y sirvamos a toda vida humana. Gracias por vuestra asistencia.
Ramón Piñero Mariño
Delegado Episcopal de Familia y Vida
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